En Rutas y Motores recordamos a uno de los pilotos que dejó su huella en el Turismo Carretera: el querido Pato Morresi, quien perdiera la vida el 27 de marzo de 1994. Representante fiel de Chevrolet, murió en el circuito de La Plata, tras impactar contra un talud de tierra cuando marchaba en punta.
Como si hubiera sido una broma macabra del destino, el Pato encontró la muerte en el trazado semipermanente de La Plata, un lugar que le caía de maravillas: en ese circuito que ganó dos veces en 1991.
Osvaldo Morresi nació el 15 de agosto de 1952 en San Pedro, Buenos Aires, y la pasión por la velocidad la llevó de chico porque se inició en las divisiones inferiores para cualquier piloto, el karting.
Aunque empezó a destacarse en el Turismo Nacional, donde fue campeón en 1978 a bordo de un Fiat 128 con cuatro victorias y doce podios.
El Turismo Carretera fue su próximo escalón, donde debutó el 8 de abril de 1984 con una Chevy del equipo Supertap de Tandil, en una fecha para no ganadores que se disputó en el autódromo Municipal de Capital. ¿El resultado? Fue escolta del ganador Gustavo Degliantoni (Ford). Un año después hizo su debut en ruta, en el semipermanente de Tandil.
El Pato logró ocho triunfos en el Turismo Carretera, todos con Chevrolet, y un título de Turismo Nacional. Aquel 27 de marzo de 1994, fiel a su estilo, se despidió a toda velocidad hasta que encontró la muerte contra un talud de tierra, en la punta, y ganó la carrera de La Plata post morten.
Hoy, el oriundo de San Pedro sigue siendo recordado por cientos de fanáticos en todo el país. Y también, gracias al aporte de su hija, el Pato cuenta con un Museo en su ciudad natal.
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