En 1965 se disputó la primera edición de un Gran Premio histórico: el “Gran Premio Internacional Dos Océanos Súper Nafta YPF” del Turismo Carretera. Una competencia que unió las costas de Mar del Plata con Viña del Mar, Chile, ida y vuelta.
La competencia se largó el 17 de marzo del 65 desde el Faro de Punta Mogotes, al sur de Mar del Plata. Fueron seis extensas etapas, con un recorrido total de 4169 kilómetros, que aquel lejano 27 de marzo de 1965 dejaron a “los Gringos” de Olavarría como históricos vencedores a bordo de la famosa Galera de Ford.
El podio de aquel Gran Premio lo completaron Rodolfo de Alzaga y Atilio Viale, ambos con dos Ford Falcon oficiales, modelo que había debutado unos meses atrás en 1964 y que hasta hoy sigue vigente en el Turismo carretera.
Aquel GP fue la competencia número 348 en el historial del Turismo Carretera. Contó con la presencia de 51 pilotos y sus respectivos acompañantes, con la trágica noticia del fallecimiento de Raymundo Caparrós y su acompañante, quienes perdieron la vida tras un fatídico incendio luego de un accidente con su auto. Una grilla de pilotos que tuvo apellidos de renombre como los de Loeffel, Bordeu, Pairetti y Casá, entre tantos otros.
Las etapas y sus ganadores fueron:
La 1ª: Mar del Plata/Venado Tuerto. Ganador: Carlos Loeffel (Chevrolet)
La 2ª: Venado Tuerto/Mendoza. Ganador: Dante Emiliozzi (Ford)
La 3ª: Mendoza/Viña del Mar. Ganador: Rodolfo de Alzaga (Ford)
La 4ª: Viña del Mar/Mendoza. Ganador: Rodolfo de Alzaga (Ford)
La 5ª: Mendoza/Venado Tuerto. Ganador: Hugo Gimeno (Dodge)
La 6ª: Venado Tuerto/Mar del Plata: Ganador: Oscar Cordonnier (Chevrolet).
Una competencia así necesitó de una logística tremenda y mucha organización, más en una época como la de mediados de los 60, por eso, más allá de la participación que tuvo el Automóvil Club Argentino, vale destacar que la competencia fue organizada por el Mar del Plata Automóvil Club, el Club Jorge Newbery de Venado Tuerto y el Automóvil Club de Chile, entidades que contaron con la ayuda del Automóvil Clib de Mendoza y la peña “Jorge Ángel Pena”.
Hay un dato de color, aquel trofeo que recibieron los Emiliozzi quedó en poder de Tulio Crespi. “Con el tiempo supe que éste trofeo fue el único Gran Premio que habían ganado los hermano Emiliozzi. Lo tenían en una peña en Olavarría y lo recibimos por una victoria con el Chueco Romero”, recordó tiempo atrás el exitoso preparador.
Hoy, a pesar del avance de la tecnología y la preparación física de los pilotos, es algo impensado volver a vivir una competencia de semejante magnitud, quizá, lo más parecido a aquel GP es el Dakar, aunque éste se dispute una vez al año, lo que hace más valedero el esfuerzo y dedicación que pusieron aquellos pilotos que se lanzaron a la aventura de unir los “Dos Océanos” a pura velocidad.
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