En el día de su cumpleaños número 33, Matías Rossi se regaló la primera victoria a bordo del Ford, marca con la que apenas corrió tres carreras junto al nuevo equipo Nova Racing, satélite del Donto. De yapa saltó a la cima en las posiciones del campeonato. Bajo una intensa lluvia en el autódromo de Olavarría el podio lo completaron: Juan Manuel Silva (Ford) y Gastón Mazzacane (Chevrolet).
Análisis: Juan Manuel Danza
Mucho se especuló antes del arranque de la temporada sobre si Matías Rossi hacía bien o no en cambiar de marca. Dejar Chevrolet para pasar a la marca rival (incluso mucho más que Torino o Dodge), incluso con un auto que funcionaba a las mil maravillas, era todo un riesgo. Y no sólo desde lo deportivo, sino también desde lo personal, ya que el Misil fue hostigado por gran parte de los hinchas del Moño Dorado a través de las Redes Sociales. Pero él, el que para muchos es el mejor piloto del país, vive de riesgos. Y en general le sale de maravilla.
“Acertamos en la estrategia inicial, pedí parar primero, pero el ingreso del Auto de Seguridad fue suerte. Hicimos un cambio de neumático muy efectivo, más rápido que en los ensayos”, reconoció el actual subcampeón de la categoría.
Pero más allá de aciertos y suerte (es cierto que quienes pararon de entrada se vieron beneficiados con el prematuro ingreso del Auto de Seguridad), Rossi manejó como lo que es: uno de los mejores pilotos del país. Sabiendo que no tenía el mejor auto del fin de semana, se dedicó a llevar al Ford lo mejor posible bajo unas condiciones por demás complicadas y así fue que sobre el final presionó a Mazzacane, quien era el líder (había sido el poleman y dueño del nuevo récord del circuito), hasta que éste cometió un error en la 22ª vuelta, a tres del final -carrera que concluyó por cumplirse los 50 minutos máximos-, y tomó la delantera al aprovechar un leve despiste del ex F1 y se escapó hasta llegar a su primera victoria con Ford.
Con 101 unidades es líder del torneo con 6.5 puntos sobre Juan M. Silva (Ford) y 10 más que Josito Di Palma (Torino), quien marcha tercero en el certamen y se impuso la fecha pasada en Neuquén. Y para marcar una situación por demás especial para Rossi basta con señalar la diferencia con Guillermo Ortelli, el flamante campeón. Rossi le lleva 81.5 unidades al séptuple campeón. Una barbaridad la diferencia que le sacó con sólo tres fechas corridas.
Pero más allá de todo, y aunque esto recién comienza. Rossí se encontró con un rendimiento que no esperaba, por la lógica experiencia que hay que acumular cuando se hace un auto nuevo y de marca nueva, pero la capacidad de su conjunto parece haberle encontrado la mano mucho antes de lo esperado.
“No lo puedo creer. Es una alegría enorme, hoy es uno de los días más felices de mi vida y de mi carrera deportiva. Felicito a todo el equipo Nova Racing. Mejor regalo que este no me podía dar. Creo en Dios a mi manera y esto es un regalo de él. Por supuesto que, si no se tiene un equipo que me acompañe es difícil, es muy difícil, pero ganar el día de mi cumpleaños, lograr el tercer triunfo en Olavarría y vivir este momento, es único”, cerró Rossi, quien obtuvo su cuarto éxito en Olavarría, el 23º en la categoría y el primero con Ford.
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